GR-14 Senda del Duero

GR-14 Senda del Duero en Burgos - Etapa 2 
Aranda de Duero - Castrillo de la Vega - Roa

Send Bur GR-14 Etapa2 map
Datos básicos del sendero:
  1. Distancia: 27,9 km (ida)
  2. Tiempo estimado: 6:00 h
  3. Punto de salida: Aranda de Duero
  4. Ciclabilidad: Sí
  5. Dificultad: Media
  6. Epoca recomendada: Todo el año

SENDERO GR-14 EN BURGOS - ETAPA 2

Comarca: Ribera del Duero
Etapa 2.  Aranda de Duero - Roa
La etapa recorre la zona vitivinícola más representativa de la Ribera del Duero Burgalesa, así como la zona en la que el cordero lechal supone la máxima expresión de la gastronomía, motivos por lo que, entre otras cosas, es nacionalmente conocida esta tierra.
En pleno corazón de Aranda de Duero, en el parque fluvial junto al río, comienza el tramo que atraviesa la mayor parte de la Ribera del Duero burgalesa. Después de cruzar la corriente por una pasarela, la ruta toma un magnífico paseo que sigue el curso de las tranquilas y remansadas aguas. El sendero encajonado y en un continuo serpenteo, que sirve también como acceso peatonal al polígono industrial Allende Duero, ofrece numerosos bancos para el descanso y está delimitado de talanqueras que protegen ante una ocasional caída al río y ofrecen un magnífico apoyo para la contemplación del río, su vegetación y su fauna.
El Camino abandona el encajonamiento a la altura de la E.D.A.R. de Aranda de Duero, momento en que las aguas tomadas prestadas al río por el hombre son devueltas tras su tratamiento. El recorrido continúa por un recto y cómodo camino agrícola que discurre paralelo al Duero. Las fábricas y la humanización, propias de una ciudad de las dimensiones de Aranda de Duero, comienzan a quedar atrás; y rápidamente el paisaje comienza a teñirse de colores cambiantes según la época del año. Verdes y amarillos ofrecen los campos de cereal, añadiendo los viñedos el marrón en la época otoñal.
Al llegar a un cruce con otro camino agrícola la ruta gira a la izquierda, atravesando unos metros más adelante la vía férrea abandonada Valladolid-Ariza y la carretera que conduce a Roa. En este trecho se debe extremar la precaución por el elevado tráfico de vehículos.
En el primer cruce que se encuentra la ruta gira a la derecha, tomando dirección oeste, para girar de nuevo en otro cruce esta vez a la izquierda y encaminarse hacia el Canal de Riaza, una obra hidráulica realizada para poder abastecer de agua a los cultivos de regadío de la zona. Este canal tiene su origen en el Pantano de Linares y fue puesto en servicio en 1945, si bien se ha modernizado recientemente para implantar el riego a presión.
Después de cruzar el canal, el recorrido gira a la derecha y, a continuación, a la izquierda para alcanzar la población de Castrillo de la Vega, en cuyas eras se pueden observar numerosos aperos agrícolas. En esta localidad se puede observar una colina horadada en múltiples puntos por bodegas, que hablan de la tradición vinícola de esta tierra, que son utilizadas de manera testimonial. La ruta cruza Castrillo de la Vega en sentido descendente, llegando hasta las huertas situadas en su parte oeste, que se van convirtiendo en cereal y frutales a medida que va dejando atrás el pueblo.
Poco a poco, el recorrido, que discurre con dirección noroeste, se acerca otra vez al río, pasando por choperas de producción de madera y manchas de pino piñonero y encina, vegetación autóctona de la zona. La señalización permite en todo momento seguir la ruta sin dificultad, entre la densa red de caminos agrícolas y los continuos giros que se producen.
La etapa va encontrando, a partir de su kilómetro 13, antiguas zonas de extracción de áridos cuya recuperación ha traído la creación de diversas lagunas. Éstas se encuentran en diferentes fases de colonización, lo que nos da una magnífica oportunidad para la observación de especies animales y vegetales asociadas al agua. Especialmente albergan una rica comunidad de aves, migratorias en su mayoría, que utilizan estas pequeñas charcas como lugar de reposo.
El camino discurre entre retazos de vegetación arbórea y tierras de labor, principalmente de secano, hasta incorporarse a la carretera BU- 120, de Aranda de Duero a Roa, durante un pequeño trecho, para desembocar a Berlangas de Roa. A la entrada de la localidad, a la derecha, existe una zona de descanso que ofrece sombra, y una fuente algo más adelante, a la izquierda de la calzada, ya dentro del casco urbano.
La carretera atraviesa el pueblo en su totalidad y, a su salida, el recorrido toma la primera pista que sale a la derecha, que pasa junto a una bodega y sus viñedos, ofreciendo diferentes tonalidades y texturas a lo largo del año: grises y marrones en invierno, con terrenos y vides desnudos, verdes claros y oscuros en primavera y verano, y amarillos y rojizos en otoño.
Al dejar atrás los viñedos el trayecto alcanza la ribera del Río Riaza, cubierta por una densa vegetación. El camino descubre un puente de piedra, que apenas se ve por estar cubierto por plantas trepadoras.
Entre la vegetación natural de la vega y las huertas, que aprovechan el frescor y las tierras aluviales para ofrecer estupendas cosechas, se llega hasta una carretera y un puente que permiten cruzar sobre el río Duero y observar cómo se alza, en lo alto, el pueblo de Roa. Una corta pero acusada subida será el último reto para culminar la etapa, aunque la recompensa,Roa, hará olvidar el esfuerzo.