Al dar la bienvenida a esta nueva
Navidad, me complace reiteraros otra vez mi más cálida felicitación y mi
afectuoso mensaje personal para estas fiestas tan entrañablemente
tradicionales.
Ya han vuelto los rudos fríos y las
quirceras, avefrías con ellos. Mirarles cruzar los cielos volando sobre
nuestros campos, en los que los tempranos pintan ya su verdor, llena nuestros
ojos de alegría impactados por su renovada hermosura. Pero, al mismo tiempo, el
amor a la lumbre, despierta en nuestros cuerpos congelados unas ganas
irrefrenables de meternos en casa y buscar la compañía y agradable conversación
con los nuestros: los hijos y los demás familiares.
La navidad tiene siempre por esta y
otras causas un claro sabor familiar. No en vano nuestra cultura y nuestra fe
se unen para contemplar con emoción contenida el nacimiento de un niño; Jesús
de Nazaret, Belén; en la actual Palestina árabe, se troca en el centro de las
miradas de todo el mundo, volcado en su deseo de Paz universal. Con la misma
alegría en el alma, repleta de buenos deseos, oímos cantar a los Ángeles y
anunciarnos con aquellos pastores de entonces que vayamos a contemplar al
recién nacido, recostado en un pesebre, mirado con amor por su madre María y su
amoroso esposo José, el Carpintero.
Todo tan familiar y hermoso como el
nacimiento de cada uno de nuestros hijos.
Por eso ponemos el Nacimiento en
nuestras casas. Por eso llenamos de luces nuestros árboles y nuestras calles.
Ahora que el sol se hace pequeño porque la tierra le ha dejado muy lejos en su
recorrido, deseamos con todas nuestras ganas que vuelva a calentarnos otra vez
con su cercanía. Por eso olvidamos el
pasado y nos deseamos con más ganas que nunca otra vez la Felicidad.
Ella es posible si Dios vuelve a
estar con nosotros. Pues eso es lo que vuestro Alcalde os desea de corazón con
todo vuestro Ayuntamiento. Que paséis unas Felices Pascuas y tengáis un
prospero Año nuevo 2013
Vuestro Alcalde