Quintos y protagonistas de la fiesta
Marta
Iglesias / Castrillo - viernes,
23 de julio de 2010
Ha llegado su año. María, Susana, Virginia,
Cinthia y David son algunos de los quintos que impregnarán con su espíritu
festivo el pueblo de Castrillo de la Vega. Será este el año en que todos ellos
cumplen 18, único requisito indispensable para representar a la juventud y
pertenecer al grupo de quintos. La alegría y las ganas de pasarlo bien no se
ponen en duda, así que ya cuentan con todo lo necesario para hacer de estos
días unas fiestas inolvidables.
El
número de quintos siempre suele oscilar entre cinco y diez, con lo que este año
al ser seis, están correctamente dentro del rango, dicen bromeando. «Podríamos
ser tres ó cuatro más, pero son personas que viven fuera, y como tienen poco
contacto con nosotros no se prestan mucho a colaborar», dice Susana. Confiesan
que llevan esperando estos días con mucha ilusión desde hace muchos años, ya
que por su condición, van a sentirse los protagonistas de la fiesta. Para ellos
es algo muy especial, más si tenemos en cuenta que todos ellos viven en
Castrillo durante todo el año y afirman no necesitar desplazarse a Aranda ni a
una gran ciudad para tener sus necesidades cubiertas. «Aquí estamos mejor que
en ningún sitio, no nos falta de nada», comenta muy seguro David, «el único
chico entre los presentes, pero no por ello cohibido entre tanta chica», dice
entre risas.
A
pesar de asociar quintos con cachondeo, hay que reconocer que estos jóvenes
colaboran como los que más. Podremos verles animando la verbena en primera
fila, «aunque sin peto ni camiseta de quintos», dicen al unísono, pero cuando
llegue el momento de estar al mando de las iniciativas que coordinan, allí
estarán. El concurso de dibujo, juegos para los más pequeños, las dianas con la
charanga y la chocolatada son algunos de los actos de los que se encargarán en
los próximos días. Diferenciados con la particular boina negra, bailarán a
Santiago Apóstol en la procesión, siendo esta una de las citas que más les
gustan. «Algunos de nosotros pertenecemos al grupo de danzas y la procesión es
algo que nos gusta mucho», asegura Virginia. El desfile de peñas es algo que
tampoco suelen perderse, porque según comentan, permite pasar un rato divertido
en contacto con la gente y en él se respira un ambiente muy distendido.
Como
cabe esperar, no dudan en pensar en el baile y la juerga que se organiza con
los amigos cuando se les pregunta por su acto favorito de estas jornadas. «La
música anima mucho, pero luego se puede continuar la fiesta en las bodegas, por
eso viene tanta gente de fuera», cuenta María.
Aunque
no todos pertenecen a las mismas peñas, aseguran que el hecho de tener este
cargo en común les mantendrá muy unidos este fin de semana, afianzando aún más
su amistad. Cinthia está segura de que pondrán todo de su parte para que en
estas fiestas todo salga a la perfección , «aunque tengamos que estar sin
dormir los tres días», dice.